Marcela Dueñas; una vida al servicio de la asistencia social

Habla pausadamente y da explicaciones técnicas sobre cada uno de los planes de asistencia que brinda el área de Desarrollo Social del municipio. No da nombres propios, se muestra agradecida y desde su ingreso a la plantilla de la comuna siempre estuvo en la misma secretaria. Le tocó hacer tareas administrativas, de control y en el Jardín Maternal. Asegura que todos estos retos siempre le gustaron y que los desempeñó con esmero, dedicación y placer. Marcela Dueñas dialogó con División Prensa y recorrió distintos ámbitos del galpón de Rivadavia y Uruguay en donde hoy ejerce sus tareas al servicio de quienes más lo necesitan.
 
El trabajo en equipo es la acción principal para que cada programa o iniciativa salgan con buenos resultados, según comenta. Cada integrante del equipo debe saber sobre la tarea de otro para poder suplirlo en caso de ser necesario y no dejar al descubierto un puesto que pueda ser considerado elemental. De manera didáctica habla de planes, de entrega de comida, de armado de bolsas y de recepción de donaciones.
 
“Acá nos conocemos todos”, dice y explica que ante alguna crisis que ha atravesado el país las mismas caras se ven con más frecuencia. Afirma que nunca se quedaron sin alimentos  y que siempre se trata de cumplir en todo lo que se puede. “la gente sabe que semana está el programa de ayuda alimentaria, cuándo el programa de diabéticos y cuándo el de alimentos frescos”.
 
Ropero comunitario.
 
Marcela nos muestra la organización del sitio y como se cataloga la ropa que será entregada a quién lo necesite.  Desde hace 20 años existe esta división dentro de Desarrollo y las donaciones se reciben de martes a viernes de 8 a 10. “Acá lo más importante es soltar porque deben ser cosas reutilizables”, nos explica.
 
Aclara que más allá del horario municipal hay circunstancias en donde el sitio se ha abierto para asistir a familias que han sufrido incendios o inundaciones.
 
Desde ese sector es que germinó la idea de la campaña “el lápiz que dejás… sigue escribiendo” que insta a familias a donar útiles escolares que ya no usan para chicos carencias; además los útiles nuevos que el estado provee anualmente a centenares de chicos a través de Desarrollo Social.
 
En este sentido, Marcela cuenta que es importante que los padres inculquen el valor de ser solidarios a los menores para que estos aprendan que hay que desprenderse de ciertas cosas que ya no utilizarán. “Deben sentir el placer de que lo que dan es re-utilizable”, sostiene mientras cuenta experiencias de menores de 10 años que ya ha ido para entregar mochilas o carpetas.
 
El ropero está abierto de martes a viernes de 8 a 10 horas en el galpón de Rivadavia y Uruguay.