Hugo Gassioles contó experiencias y anécdotas en el Museo Histórico

Por espacio de casi dos horas Hugo Gassioles hizo su segunda presentación en el ciclo Verano en los Museos y nuevamente cautivó a los presentes con historias, vivencias y anécdotas sobre el viaje que los llevó, junto a Héctor Dahur, hasta Estados Unidos a caballo entre los años 1993 y 1996.
 
En esta oportunidad anticipó que avalúa escribir un libro sobre este periplo para poder dejar plasmado lo vivido en esas páginas. También expresó que durante mucho tiempo no se animó a hablar sobre este viaje y, sin embargo, el paso del tiempo deja en evidencia que este tipo de historias jamás pasan de moda.
 
Recordó que tras 3 años y medio a bordo de los caballos llegó a New York pero que ese ingreso fue simbólico porque su arribo cabalgando se produjo en Washington. De hecho dos de los presentes lo conocieron allí y contaron que eso ocurrió para la noche de Halloween en donde la gente sale a la calle disfrazada y muchos pensaron que Gassioles también estaba disfrazado por su atuendo gaucho.
 
Indicó que en todo el trayecto hubo muchas promesas de la gente que conocían y de políticos con los que tenían contacto pero muchas no se cumplieron por distintas circunstancias.
 
Las preguntas giraron sobre la cantidad de kilómetros recorridos por día, los lugares más difíciles, la manera de vivir al aire libre, las distintas tareas que debieron realizar para juntar dinero, la separación con su compañero, el regreso y el pago de distintas deudas por esta experiencia que decidió encarar cuando tenía 23 años.
 
“Lo bueno de esto es que esto es que no ha terminado porque lo puedo compartir con ustedes y lo podemos seguir hablando”, afirmó.
 
Sobre la idea de emprender esta prueba recordó que la idea nació junto a su amigo “conejo” Zoppi y luego se sumó Dahur. “Creo que éramos dos mocosos de 23 años que fuimos aprendiendo a medida que fuimos caminando”, evaluó acerca de los retos diarios que debieron sobrellevar.
 
La salud de los caballos se volvió un tema central en la charla y todo eso desembocó en la jornada de partida del viaje. Fu en mayo de 1993 cuando miles de personas salieron a las calles para despedirlos. Eran 5 caballos pero uno de ellos era un potro que debieron abandonar en Maipú por los problemas que les ocasionó en los primeros dos días de viaje.
 
“Cuando salí de acá y vi lo que hizo la gente me fui seguro de que iba a llegar”, remató al finalizar la charla.