El municipio busca regularizar la situación que generan los criaderos de cerdos

La queja de los vecinos por los criaderos de cerdos en la zona urbana es una constante y es por eso que desde el Ejecutivo se trabaja para dar solución al conflicto.

Lo cierto es que existe, desde el año 1998, una ordenanza que prohíbe la actividad en el casco urbano y sub-urbano, la cual no se cumple.

Para tratar el tema, desde el municipio se citó a quienes se dedican a dicha actividad comercial y en la mañana de hoy se concretó la reunión.

“Entendemos que muchos viven de esa actividad, pero también hay que entender al vecino que no quiere tener un criadero lindero a su casa por todo lo que ello implica” aclaró el secretario de Coordinación, Miguel Vallo en diálogo con los medios locales.

Por otro lado aclaró que “no es algo para hacer de un día para el otro” pero ratificó que sí lo tenían que empezar a trabajar para poder regularizar.

Como primera medida, acordaron llevar adelante un plan sanitario, alimenticio y de higiene que será supervisado por regulares inspecciones para garantizar una mejora inmediata de la situación actual y luego establecieron seguir trabajando en el tema para dar una solución definitiva a mediano y/o largo plazo.

Respecto a la ordenanza vigente, Vallo explicó que muchos de ellos la desconocían y agregó que incluso han iniciado la actividad luego de ese año con el conocimiento y apoyo de gestiones anteriores que fueron permisivas en ese sentido pero puntualizó que “de alguna manera había que empezar a subsanar el tema”.  

Además de Vallo participaron de la reunión el secretario de Producción, Gustavo Muznik, la directora de Gobierno, Rosana Guglielmetti y el director de Inspección, Raúl Frontini.