Hoy se celebra el Día Internacional contra la violencia de género

Según la Organización Mundial de la Salud, una de cada tres mujeres es víctima de violencia física o sexual a nivel mundial. Generalmente, el agresor es la pareja o una persona conocida de la víctima. En la Argentina, a pesar del avance colectivo, la violencia de género contra la mujer sigue siendo un problema alarmante, con profundas consecuencias sociales y económicas para las democracias. La violencia de género es más que simplemente un delito contra las personas; constituye un abuso de los derechos humanos que se expande y amenaza la seguridad de nuestras familias mientras destruye el tejido social de nuestras comunidades.
 
Hoy es un día para reflexionar y es por eso que distintas organizaciones como UNICO, la Mesa Local contra la Violencia, Colectivo Madariaga, la Escuela de Arte y el municipio a través de la Secretaria de Desarrollo Social y Seguridad, convocan a toda la sociedad a participar de una marcha bajo la consigna “Rompe el silencio” contra la violencia de genero.
 
La marcha, donde se hará ruido y se instará a las mujeres a dejar el silencio atrás, se realizará a partir de las 14 horas y la concentración será en la plaza Madariaga (frente al municipio), luego marcharán por las distintas calles junto a la murga Paracutá y el grupo de rap, Cultura Unida hasta llegar a las instalaciones de UNICO.
 
¿Por qué el 25 de noviembre se celebra el día contra la violencia de género?
 
Esta fecha pretende hacer reflexionar en las diferentes formas en las que se manifiesta este tipo de violencia contra las mujeres del mundo entero, así como en la impunidad de los autores en muchos de los casos y en los sistemas de prevención y actuación.
 
Además, también es un momento especial para homenajear a las víctimas de esta lacra y celebrar los avances conseguidos en materia legislativa, social y cultural. Pero, ¿por qué este día? 
 
La elección de la fecha se remonta a un evento histórico. El 25 de noviembre de 1960, las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa) fueron asesinadas en República Dominicana por la policía secreta del dictador Rafael Trujillo. El revuelo y la conmoción social por este trágico suceso marcó el comienzo del fin de la era trujillista, un régimen que perdió también el apoyo de la Iglesia católica, según indica el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana.
 
Trujillo llegó al poder el 23 de febrero de 1930 y, durante 31 años, lideró una de las dictaduras más despiadadas de América Latina. Su mandato se caracterizó por el anticomunismo, la represión a toda oposición y el culto a la personalidad, sometiendo al país a un estado de pánico constante.
 
Su Gobierno fue el responsable de la muerte de más de 50.000 personas y tuvo en su contra a varios gobernantes extranjeros de países como Venezuela, Guatemala, Cuba, Haití o Costa Rica.   
 
Las hermanas Mirabal fueron importantes activistas en la lucha por la libertad y, a pesar de que dos de ellas -Minerva y María Teresa- fueron víctimas de abusos sexuales y fueron encarceladas, nunca dejaron de combatir por sus ideales y por la democracia.
 
Minerva presidió el 'Movimiento Revolucionario 14 de Junio' en 1959, un organismo clandestino que pretendía derrocar el régimen del dictador. Un año más tarde, las dos hermanas, sus maridos y otros activistas del movimiento fueron condenados a más de tres años de prisión, aunque ellas fueron liberadas meses después debido a las presiones internacionales.  
 
Las hermanas retomaron enseguida sus actividades clandestinas y Trujillo reanudó su particular 'caza de brujas'. Ordenó al General Pupo Román preparar un plan para hacer desaparecer definitivamente a las tres mujeres, una emboscada que finalmente tuvo lugar el 25 de noviembre de 1960.
 
Las hermanas dominicanas han pasado a ser recordadas como 'Las Mariposas', ya que sus nombres en clave dentro de la organización fueron 'Mariposa 1', 'Mariposa 2' y 'Mariposa 3'.
 
Años más tarde, durante el primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe en 1981, se propuso esta fecha por su valor simbólico, pero no fue hasta 1999 cuando la ONU la declaró Día Internacional contra la Violencia hacia la Mujer.