El arte de esculpir piedras en el Museo Histórico del Tuyú

Es una especie de  terapia, como ellos dicen, y en muchas oportunidades las obras “no se pueden tocar todos los días”. Eso responde a que “si hay un golpe malo”, la piedra se rompe y el trabajo se pierde porque no se puede volver hacia atrás.
 
Ariel Díaz y Paola Chiavaro llegan en la tarde de este sábado al museo Histórico del Tuyú para mostrar un arte y un trabajo que se ha perdido con el paso del tiempo: el picapedrero.
 
Ambos llevaron esta tarea artesanal a los colegios. Recorrieron la Escuela Agraria, la Unidad Académica y la de Arte.
 
Al dialogar con División Prensa aseguran que el objetivo de estas charlas es el de fomentar e incentivar a los chicos que terminan la secundaria a que se sumen a los trabajos artesanales. “Sirve para que vean que hay una salida laboral y que uno puede vivir de lo que le gusta”, dice Díaz.
 
Explican que la piedra de granito de Tandil “es una de las más duras del mundo” y que un picapedrero tiene técnicas, que se pasan de padres a hijos, para poder darle forma a esa piedra. Recuerdan que los yugoslavos e italianos fueron los que trajeron esta profesión al país porque se debían asfaltar las calles de las grandes ciudades y la única manera de hacerlo era dándole forma a los adoquines.
 
“Lo que hacemos es mostrar enseñanzas para que esto no se pierda”, asegura Chiavaro.
 
Sobre la experiencia con los alumnos, indicaron que es “muy lindo” porque los chicos ayudan a comenzar y finalizar la charla y, entre sí, se van contagiando las ganas de seguir el hilo conductor.
“se sorprendían al ver como cortar la piedra y pusimos a dos o tres voluntarios y nos llamó la atención ver como prestaban atención. Para el museo trajimos tallas en granito que llevan tiempo hacerlas. Podemos explicar las técnicas, podemos cortar una piedra o contar por donde se la aborda. Además hay unas esculturas que hemos hecho con Paola”, asegura Díaz.
 
El tiempo de confección de los trabajos varía según la complejidad: pueden demorar 4 o 5 tardes o, si se trata de una escultura, unos 5 o 6 meses.