Preparativos para el aniversario de la biblioteca José Hernández

La biblioteca popular, José Hernández celebrará su aniversario Nº 72 el próximo sábado 2 de abril y por ello División Prensa dialogó con Hugo Fleming de la comisión para conocer sobre sus comienzos y actualidad.
 
Ubicada en las instalaciones del Club El León, la biblioteca brinda información, educación, recreación y animación socio-cultural, por medio de una colección bibliográfica y multimedial general y abierta al público.
 
La misma surgió un 2 de abril de 1944 por iniciativa del recordado, Raúl Zalguizuri y el apoyo de amigos.
 
En un principio contaba con 50 libros que habían sido donados por un grupo de intelectuales, recordó Fleming. Hoy la realidad es otra y la biblioteca posee 30 mil ejemplares aproximadamente.  
 
Con respecto al sustento indicó que reciben un subsidio anual de la Comisión Protectora de Bibliotecas Populares (CONABIP), aportes del estado provincial que se hace cargo de los sueldos de los bibliotecarios y sirve también para la compra de nuevos libros y la cuota que abonan los socios.

En cuanto a los servicios que ofrece, explicó que además del material literario que está disponible, desde la comisión organizan eventos como concursos literarios, charlas, conferencias, entre otros, que sirven para fomentar la cultura.

Por último recordó que los interesados en realizar donaciones a la biblioteca pueden hacerlo acercándose a la sede. 

Un poco de historia:

El creciente adelanto del pueblo requirió, desde sus primero años, una acción cultural acorde, compromisos que aunó esfuerzos en un grupo empeñado a la expresión de esa superación. Luego de diversas gestiones en 1917 inició sus actividades un centro cultural al se denominó Almafuerte, en homenaje al conocido poeta fallecido ese año. Instalado en un local de la calle Belgrano, entre Hipólito Yirigoyen y Avellaneda, numerosas donaciones acrecentaron de inmediato el número de libros, enriqueciendo considerablemente sus anaqueles.

Por razones que no trascendieron esa biblioteca interrumpió su acción y clausuró el local, quedando sus libros en dependencias municipales.

Transcurrieron varios años sin que se activara el movimiento cultural que significara aquella biblioteca Almafuerte hasta que en junio de 1942, por iniciativa de Abelardo Costa, Raúl Zalguizuri, Héctor Paso, Oscar Ricci y Julián Claverie, se fundó el ateneo literario que se llamó Ollantay y su funcionamiento era en un salón de calle Sarmiento al 800. 

Los precursores estaban incentivados y manifestaron por aquellos días: "Quienes lo idemaos y realizamos no nos creímos en ningún momento elegidos del pueblo, ni más inteligentes, ni más capacitados, ni con más derechos. Pero sí más inquietos. Ollantay es eso: una inquietud incipiente pero en marcha. Una inquietud que requiere de todos el impulso necesario para seguir, para persistir y para subsistir. Porque es preciso que subsista. En Ollantay hay más que amigos y palabras amigas, desinterés, camaradería, comprensión, afinidad espiritual. Hay todo aquello que tanta falta le hacía a nuestro pueblo. Es el refugio tibio y acogedor donde venir luego de cada jornada a buscar en sus anaqueles y en su ambiente un poco de sabiduría, de paciencia, de fé que nos ayude en la próxima jornada".

Sin embargo, las ganas no pudieron con la economía y la situación se tornó insalvable. Sus creadores debieron donar todo el material al Club Deportivo el León para solventar los gastos de cancelación de los alquileres que se le debían a Camilo Santa Coloma. Aceptada la propuesta, cabe recordar que lo adeudado ascendía a 120 pesos, el dinero fue adelantado por el socio leonense Pedro Fernández y así se posibilitó que, en 1944, el club El León concretara su vieja aspiración de sumar a la actividad deportiva un centro cultural.
 
El 2 de abril de 1944 se reunió por primera vez la sub-comisión de la biblioteca. estaba integrada por Víctor Peláez, Armando Viñas, Carlos Jorge, Saturnino Lebrero, Oscar Cabral y Pedro Fernández, resolviendo por unanimidad denominar al sitio con el nombre José Hernández, en honor al auto del Martín Fierro.