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Ecos del Carnaval

Ecos del Carnaval

El trabajo conjunto de la gestión municipal y las Sociedades de Fomento, el aporte de instituciones y el comportamiento del público, fueron garantía del éxito.

Ecos del Carnaval

Cuando todavía parece no acallarse  el repique de los bombos, hay datos que merecen ser destacados. Fueron más de 700 los integrantes de las murgas y comparsas que participaron durante las dos jornadas; en el plano local, Paracutá se conformó con 95 integrantes en tanto Semillas de Carioca sumó 48 el lunes y 55 el martes. 

El esperado regreso de los Mascaritas a Caballo (Los Toros), se dio con un total de 45 jinetes el lunes, para sumar 15 más el martes y cerrar un impactante espectáculo con 60 caballos en la pista. La visita de Enviciados por Saavedra con sus 120 murgueros, dio brillo y color al encuentro y no menos fue el aporte de  La del patio de atrás  de Ostende y La cuerdita de candombe de Mar Azul. Las comparsas, Zarité yEstrellas del Embarcadero de Ayacucho, se presentaron en el marco del acuerdo de intercambio cultural alcanzado que permitió, además, la presencia de Paracutá en el corso ayacuchense el sábado 14. 

El trabajo de las distintas áreas municipales incluyó el armado de escenario, la instalación de luces,  la seguridad junto a la Policía Comunal y los refuerzos de Caballería, el control de los accesos y la posterior desconcentración, como así también la limpieza en cada jornada y las garantías sanitarias con presencia de médicos y ambulancia. La Escuela Municipal de Bellas Artes trabajó en los meses previos con sus talleres de percusión y corte y confección y fueron muchas las instituciones intermedias que con su apoyo garantizaron el éxito. 

Daniel Cardozo se presentó a partir de las gestiones realizadas ante el Ministerio de Desarrollo Social y su titular, Eduardo Aparicio, en tanto las gradas y vallas utilizadas, fueron aportadas por el Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires comandado por Jorge Telerman, a través de un proveedor local.   

Trabajo y esfuerzo que empezó mucho antes que el lunes, que debe ser reconocido y que permitió, junto al ejemplar comportamiento de una multitud, disfrutar del Carnaval Popular que es, además, el inicio de la recuperación de una identidad que nunca estuvo perdida y que despierta para quedarse.