El municipio no autorizará la realización de eventos masivos hasta que la justicia no resuelva el último caso de ataque en manada

Hace aproximadamente dos semanas se presenció un lamentable hecho de violencia el cual vio involucrado a un grupo de jóvenes quienes agredían en patota a una persona oriunda de Pinamar.

Ante este evento preocupante y dado a la pasividad tanto de la policía como de la justicia, así como la de los propios organizadores del evento donde se originó la pelea, la propia municipalidad a través de la secretaría de seguridad se abocó a reunir y presentar toda la información de los agresores ante la fiscalía, la cual de manera inentendible aún no ha tomado cartas en el asunto.

A la preocupación del municipio además se han sumado muchos jóvenes, padres y docentes quienes exigen que la noche de Madariaga sea lo que fue siempre, un espacio de encuentro y no una lucha entre bandas.

Debido a este panorama y con advertencias de que puede ocurrir un ajuste de cuentas en donde hasta se mencionó la tenencia de armas de fuego, se tomó la decisión de PROHIBIR la realización de la fiesta programada para el próximo fin de semana y se estipuló una reunión para la próxima semana entre todos los actores en busca de encontrar un camino en común lejos de estos hechos de violencia.

Por ello, será indispensable contar, entre otras cosas, con el acompañamiento y la responsabilidad de los padres en el control de sus hijos, dado que muchos de los atacantes resultaron menores de edad.

Así como también es necesario que las instituciones que organizan eventos de esta naturaleza sean socialmente responsables en cuanto al ingreso de menores, venta de alcohol y solución de los conflictos que ocurran dentro de las fiestas, sin simplemente desligarse de los problemas sacándolos a la calle y haciendo responsable al resto de los actores.

La ansiedad de lucro debe tener un límite, que es la salud y la paz de los vecinos.

En cuanto a la labor de la fuerza policial, la misma expresa que no está en condiciones de prevenir esta clase de hechos violentos por la falta de personal que acarrea hace años y es de público conocimiento para la comunidad.

Todo esto, sumado a una justicia que no brinda respuesta alguna obliga al municipio a tomar cartas en el asunto en busca de prevenir cualquier hecho trágico y que Madariaga siga siendo una ciudad segura, tranquila y con vida en comunidad.