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En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres el Dispositivo de Masculinidades expuso su trabajo

En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres el Dispositivo de Masculinidades expuso su trabajo

En un escrito explicó cómo es la tarea que llevan a cabo en Madariaga, sus objetivos, su funcionamiento y algunas conclusiones sobre el abordaje en estos siete años del Programa Municipal que ha ejercido algún tipo de violencia.

abordaje

Foto ilustrativa


Desde el equipo interdisciplinario que integran el dispositivo de masculinidades- dependiente de la Dirección Municipal de Programa Socio Comunitarios de la Secretaria de Desarrollo Social- dieron a conocer los objetivos del programa en el abordaje de los varones que han ejercido cualquier tipo de violencia por motivos de género, sea contra mujeres, niños, niñas o adolescentes.-

El dispositivo está destinado a varones, mayores de 18 años, que residan en nuestra comunidad - no necesariamente denunciados – siendo un espacio voluntario, libre y gratuito que trabaja con un promedio de 200 derivaciones por año, que con siete años de trayectoria nos lleva a abordar la conflictiva vincular de un número importante de hombres de nuestra sociedad.

Si bien, no todos los derivados concurren al dispositivo, contamos con estadísticas que reflejan el grado de acatamiento de aquellos que han querido ajustarse a derecho, contar con un abordaje interdisciplinario que permita la reflexión de las conductas reprochadas por Ley y cumplir con la orden judicial (que motivó la derivación).

Por ello, aquellos que asumen el compromiso legal y sostienen el tiempo mínimo de permanencia en el Programa, adhieren a un espacio psicoeducativo que les permite entender y aceptar el sentido de la norma, respetar y cumplir con las medidas cautelares dispuestas, asumir el rol paterno que deriva de su responsabilidad parental, entre otras metas.

¿Cómo funciona?:

- El dispositivo cuenta con un espacio grupal reflexivo y otro individual o de admisión, el primero es coordinado por el profesional psicólogo del equipo y al igual que en las entrevistas previas, es abordado interdisciplinaria por tres profesionales que se especializan en la temática de violencia.

Conclusiones:

Luego del largo camino recorrido, podemos concluir que la violencia no es excluyente de ningún estrato social. Remontándonos a nuestros inicios, hemos registrado derivaciones de diferentes sujetos que componen nuestra sociedad, sin discriminación alguna, reflejando un nivel de violencia que atraviesa a todos por igual. También es claro, que las estadísticas reflejan la violencia que es denunciada, quedando por fuera de ella infinidad de situaciones que no son denunciadas y que merecen de un análisis más complejo, que amerita mayor compromiso social en la no tolerancia y naturalización de cualquier tipo de violencia.

Desde nuestra mirada, en el abordaje con los varones que ejercen violencia de género podemos concluir que, en general, se naturalizan episodios de violencia doméstica que van en escala, desde el maltrato verbal y psicológico, pasando por la violencia económica o la simbólica, culminando en la denuncia, como una manera de decir “basta” hasta aquí llegó mi tolerancia. A veces, la denuncia muestra diferentes situaciones que por más que no se contextualice históricamente, expone a las claras el grado de tolerancia asumido por la víctima y los factores que la puedan haber determinado a no denunciar antes. A contracara de ello, la mirada perpleja del victimario que no entiende, o no quiere aceptar, que eso que se resolvía a puertas cerradas hoy tome una intervención pública, resultando merecedor de una orden judicial que le impone o restringe una conducta determinada, sean la exclusión del hogar, una restricción de acercamiento, el cumplimiento de una prestación alimentaria a favor de sus hijos, u otras más gravosas si existe un delito penal.

Que, como resultado de entrevistas individuales y luego de una escucha activa, se observan varones que acostumbrados a mantener conductas machistas o de control y dominación sobre sus parejas, hijos no perciben el derecho de la otra persona, como si fuera una cuestión de propiedad privada y justa, cosificando y sometiendo a su voluntad personal, sin considerar un deseo o interés ajeno. Por ello, la denuncia actúa como disparador, como punto de inflexión y grito de auxilio, de una persona que se siente en desequilibrio o amenaza en un determinado conflicto vincular. Nuestra comunidad por pequeña que sea, no es ajena a las conflictivas de las grandes urbes. Una de las mayores complejidades resulta las cercanías propias de nuestra ciudad, los eventos culturales o festivos que convocan gran número de concurrencia y complica el cumplimiento de medidas cautelares y que no dejan de ser factores de riesgo, por el contexto natural de dichos eventos, que agravan los riesgos y reducen el alcance de los dispositivos que pretenden neutralizarlos.

A contracara de ello, el abordaje prolongado que hemos realizado, nos permite muchas veces tener antecedentes e indicadores de riesgo de victimarios y también, el contexto familiar que se vincula a la víctima.- Por ello, nuestra impronta y prejuicios sociales, presentan matices que ayudan el momento de diseñar estrategias, pero al mismo tiempo obstaculizan en el abordaje ideal de las conflictivas vinculares. Si bien, como varones todos estamos atravesados por ley y nadie debe escapar de sus alcances, debemos hacernos cargo de que disponemos de los múltiples privilegios y nos resistimos a perderlos. Por ello, ante la sensación de que existe una simetría de poder entre el hombre y la mujer, nos sentimos tocados y cuestionamos la “visión de género” que persigue la normativa actual, por considerarla invasiva, arbitraria e injusta, pero en verdad no queremos hacernos cargo de que nos resistimos a perder poder, y ello conlleva el reconocimiento de derechos en mujeres y otras identidades.

 

Nuevas formas de ejercer violencia:

- En los tiempos que corren, ya no es aceptable la violencia y la sociedad es esa cada vez menos tolerante, y si bien la violencia física va perdiendo terreno con el tiempo y espacio, aparecen nuevas formas de ejercer violencia, mutando a formas más sutiles, pero que buscan el mismo fin, seguir manteniendo el control, posesión y dominación de otra persona, más sofisticados y hasta menos visible, que buscan evadir la denuncia y por ende el accionar de la justicia.

Con ello, la llegada de era de la Informática que nos trae nuevas formas de ejercer violencia por medios cibernéticos, que presentan dificultades al momento de denuncia, investigar y buscar una reparación. Los Ciberdelitos: Grooming, Sexting, Ciberbulling, etc. son moneda corriente en nuestra sociedad, caracterizados por al abuso de una persona detrás de un perfil o identidad falso, que busca lesionar a otra, sea con índole sexual, o económico exponiendo fotos o videos, o simplemente discriminar a otro, en un contexto de desequilibrio que deja secuelas psicológicas difíciles de reparar.

Estudios de especialistas reflejan mediante estadísticas, que más de un 80% de los niños, niñas y adolescentes han sufrido en alguna oportunidad Bulling. Nuestra comunidad no escapa a estos delitos, y como adultos debemos estar prevenidos, porque casi todos los niños tienen acceso a la telefonía móvil, pero casi ninguno sabe usarlo sin asumir riesgos, quedando expuesto a situaciones de vulneración que no son fáciles de detectar.

Por último…

Volviendo al relato del dispositivo de masculinidades, para no extendernos con un análisis alarmista de la problemática social, consideramos que el abordaje de los varones como política pública es un acierto, resultando una herramienta útil y necesaria al momento de intervenir en la conflictiva intrafamiliar. El objetivo no es eludirlo de sus obligaciones, sino que por el contrario, busca remover los obstáculos que dieron origen denuncia, bridando herramientas para la solución de sus conflictos con alternativas pacíficas y sin violencia, de ningún tipo, priorizando el dialogo.

En este proceso de acompañar al hombre que ejerce violencia en el proceso judicial, es necesario que pueda contar con un espacio que le brinde información y pueda entender el objetivo de la Ley, reprocharse sus conductas y correrse de una eventual posición de víctima, asumiendo un rol activo en el cumplimiento de los deberes y obligaciones como progenitor, sin presionar ni condicionar, que ponga en primer lugar y por sobre todo el bienestar de los más vulnerables.-