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Un madariaguense será el Coach del equipo argentino en el torneo más importante de gastronomía del mundo

Un madariaguense será el Coach del equipo argentino en el torneo más importante de gastronomía del mundo

Fernando Lo Coco estará presente en el Bocuse d'Or que se realizará en Lyon a finales de este mes. El chef visitó el municipio y contó detalles de esta experiencia.

Fernando Lo Coco General Juan Madariaga Chef

Buscan el premio que, hasta el momento, ningún argentino ha ganado. Y, en ese equipo nacional, hay un madariaguense con más de 20 años de experiencia en la cocina: Fernando Lo Coco.

 

Con entrenamientos superiores a las 40 horas semanales, este chef se transformó en el Coach del combinado nacional que entre el 29 y 31 de enero próximo nos representarán en el Bocuse d'Or que se desarrollará en Lyon, Francia.

 

Lo Coco visitó en las últimas horas el municipio y se reunió con funcionarios para dar detalles de esta experiencia. Al hablar con División Prensa relató que debieron sortear concursos nacionales y uno latinoamericano en el que obtuvieron el tercer puesto.

 

No es la primera vez que participa de la final mundial a la que llegan tan sólo 24 equipos pero en esta oportunidad sostiene que el federalismo con el que está conformado el equipo actual permite aplicar “técnicas que vienen de la infancia”; al mejor estilo de las recetas de la abuela.

 

La preparación fue difícil porque, al ser de distintos puntos del país sus compañeros, debían coordinar una agenda para juntarse mensualmente a cocinar con los estándares que exige la competencia: presentación, gustos y técnicas. Algo que para el comensal parece impensado a la hora de degustar un plato. Es que el certamen es tan exigente que tendrá dos jurados: uno que evalúa el trabajo de cocina y el otro hace la degustación.

 

Por eso, el equipo está conformado, además de Fernando, por Emiliano Schobert, Manuela Carbone, Marcelino Gómez y Natalia Begué; entre otros.

 

Habla tranquilo e intenta explicar en detalle lo que vivirá. Pero no deja de lado la obsesión que lo llevó a esta clase de trabajo y por la cual deberá someterse a un examen médico antes de subirse al avión y, al arribar, ellos ya tienen pensado ir a entrenar al restaurante del prestigioso chef argentino Mauro Colagreco.

 

Tendrán 5 horas y media para presentar una bandeja de vegetales con mejillones y ostras. “es un plato a nivel Michelin” (estrellas que se entregan a platos ejecutados por chefs destacados a nivel mundial) por lo que habrá un cronómetro, un manager, un coach, cocineros y hasta alguien que coordine la hidratación de todo el equipo.

 

La competencia de cocineros dista bastante a la de cualquier otro ámbito. Es que, según cuenta Lo Coco, cuando alguien utiliza una técnica distinta para el preparado se “cambia un paradigma” y ese cambio se comparte con los demás y esto lleva a que muchos contrincantes se conviertan en amigos. “Es una regla profesional que se utiliza para mejorar y por eso las preparaciones de los equipos evolucionan y distan mucho a lo que se hacía hace una década”, sostiene.

 

Un momento bisagra

 

Para Fernando el sólo hecho de llegar es un “momento bisagra” en su vida. Si bien se considera uno de “los viejitos” del concurso él no duda en decir que si llegan a posicionarse en el Top 3 del certamen su vida cambiará. “Trato de no tener expectativas porque para mí ya estar dentro de los 24 equipos es muy importante. Es como un deportista que ve con sus propios ojos cómo se formó. Ahí están todos los que viste en tv y terminas escribiendo parte de lo que siempre fuiste a buscar”, sostiene.



 
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