Juan León; la historia del maestranza municipal que estuvo al servicio de 5 intendentes

Así como la Casa Rosada tiene su fotógrafo oficial hace décadas, la municipalidad también supo tener a un maestranza fijo durante más de 20 años: Juan Horacio León se destacó en su trabajo y, siempre sonriente, fue el encargado de mantener la heladera llena de bebida fresca, de preparar el agua para el mate o hacer trámites para miembros del ejecutivo en las zonas aledañas al Palacio Municipal.
 
Hace unas semanas dejó su puesto para comenzar a gozar del beneficio de la jubilación. Pero igual Juan piensa seguir ligado al sector gastronómico; aquel que supo conocer cuando trabajaba para el estado local y que lo llevó a ser mozo en distintos casamientos y cumpleaños que se organizaban de manera privada.
 
Inició su carrera municipal en 1977. Fue un 2 de febrero cuando en medio del calor le asignaron un puesto en el corralón. Allí hizo tareas en camiones y también a pie. Con el paso del tiempo se abrió la posibilidad de hacer reemplazos de maestranzas en el edificio de la intendencia y algunos meses al año estaba en ese sitio para luego regresar al corralón.
 
El conocer el Palacio le permitió que se le asignara un puesto que requería la empresa Gas del Estado y que consistía en tomar nota de las direcciones de aquellas personas que precisaban garrafas o tubos que enviaba el gobierno nacional una vez al mes. “Ellos pasaban y tomaban los datos del fichero y se iban a repartir”, afirmó en diálogo con División Prensa.
 
Con la llegada de Luis Emilio Romano al poder, a quién ya conocía por ayudarlo en distintos proyectos realizados en el área de cultura, pasó a ser uno de los choferes que estaban a las órdenes del intendente. Con la compra de colectivos municipales trasladó a estudiantes, a agrupaciones folclóricas y a equipos deportivos a distintos sitios; inclusive fuera del país. Esta tarea la compartía con Alfredo Garmendia y Miguel Ezpelet.
 
Luego prestó tareas para el área de comercio como inspector y siempre regresaba como suplente a maestranza. Hasta que finalmente quedó fijo en este último puesto con la llegada de Adrián Mircovich al poder; cerca de mediados de la década del ’90.
 
Estuvo al servicio de Luis Emilio Romano y el interinato de Carlos Balcarce, Adrián Mircovich, Juan Knesevich, Cristian Popovich y Esteban Santoro.
 
“Me trajeron porque había un ordenanza solo y, para la época, no daba abasto. Éste era mi lugar porque me gusta la gastronomía y ya trabajaba como mozo”, cuenta.
 
La tarea era hacer mandados, ir a banco, el control y mantenimiento del edificio y la limpieza. Con el avance de los años dejó de limpiar y comenzó a controlar a las personas que lo hacían.
 
Los horarios cambiaban según la época del año pero Juan siempre estaba ahí. Como cada mañana, cada tarde, cada noche, fin de semana o feriado. Juan estaba ahí para atender a funcionarios e invitados. Por su bandeja pasaron bebidas para ministros, gobernadores y presidentes.
 
Ahora, luego de dejar su puesto afirma que seguirá ligado a la gastronomía. Agradece a todos y cada uno de sus compañeros; incluidos los máximos funcionarios que han sido sus superiores y se sincera al sostener que “jamás he tenido problemas. Siempre trate de hacer lo mejor para ellos y atenderlos bien porque a uno le sirve que estén ellos bien para estar, también, uno bien”.