Ariel Ruiz: "Buscamos concientizar, hacer prevención y dar ordenamiento a conductores y peatones en la vía pública"

Cuando se habla de personal o agente de tránsito automáticamente el común de la gente los asocia con la palabra multa. Pero estos representantes municipales desarrollan múltiples tareas para evitar llegar a esa instancia de castigo.

Las problemáticas de quienes manejan o se mueven por la vía pública son diversas y, por eso, primero se debe trabajar en la prevención y concientización.

Ariel Ruiz es uno de los encargados de la Jefatura de Tránsito Municipal y dialoga con División Prensa sobre el trabajo que día a día deben realizar los 10 agentes que tiene esa repartición comunal y que depende del área de seguridad.

Desde el inicio del diálogo se le vienen a la mente las faltas más comunes: obstruir una rampa para discapacitados, circular sin el cinturón de seguridad colocado y no llevar el casco puesto a la hora de conducir una moto.

“Son cosas con las que tenemos que lidiar”, afirma mientras reconoce que la primera imagen que tuvo en su cabeza ante la consulta fue la de la zona céntrica durante un día hábil en donde los bancos movilizan gran cantidad de gente.

Ante cada falta se busca contactar al conductor que está a cargo del rodado y allí comienza un proceso en donde se les explican las normas. “Hay que dialogar para concientizar e informar”, sostiene, aunque admite que es muy común que el ciudadano se ponga nervioso casi de manera instantánea porque en lo único que piensa es en la multa.

En otras oportunidades nunca se logra encontrar al propietario de un vehículo que está mal estacionado, se le coloca una faja de infracción y se le labra la multa. Ruiz admite que es algo que no cae muy bien, aunque hay que hacerlo para tomar dimensión que no se han respetado normas.

Estos agentes no reciben un porcentaje de las multas que labran, tampoco premios y el dinero de las multas no termina en arcas municipales porque, por ordenanza, va a parar a una entidad de bien público que se selecciona en al momento de comparecer ante el Juzgado de Faltas. Por eso, la vocación e instrucción que reciben es para ordenar, dialogar, castigar y, por medio de ese castigo, que el conductor aprenda.

Coordinación, la base del trabajo

El personal recibe datos desde la Centro de Operaciones Municipal (COM) y del Comando de Prevención Comunal (CPC) de la policía Bonaerense ante siniestros viales o controles eventuales por, a los controles de tránsito que hace esta jefatura, la policía, en revisión de documentación de vehículos sospechosos, también puede detectar faltas de tránsito que informa a los agentes.

Ante siniestros viales Tránsito preserva la escena y toma disposiciones: en caso de heridos actúa la policía o si solo es un roce o choque menor deben controlar la documentación de ambos de manera obligada. Para llegar a todos estos casos se precisa del apoyo del COM y el CPC.

El casco salva vidas

Ruiz reconoce que la cantidad de motos eleva el porcentaje de probabilidad de siniestros. “Es una problemática porque son, en comparación con un auto, medios de movilidad más accesibles para la ciudadanía. A la vez, el más expuesto es el conductor y se debe aprender que el casco es lo que te salva la vida”, remarca.

“Muchos piensan que les queremos sacar la moto, pero buscamos protegerlos y vemos que muchos carecen de experiencia y reflejos para movilizarse”, explica.

Al cerrar la entrevista Ruiz dijo que se busca “permanentemente que se entienda que la tarea principal es ordenar la vía pública y reducir los accidentes”.

El personal de tránsito también brinda charlas preventivas en colegios y practica cortes en vía pública a pedido de instituciones ante marchas o eventos que deben solicitarse con anterioridad.