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Arturo Pérez, el encargado de Plaza Madariaga

Arturo Pérez, el encargado de Plaza Madariaga

Lleva casi 29 años como trabajador municipal. La basura, las hojas y los meses de otoño e invierno son sus rivales más duros.

Arturo Perez Placero Madariaga

La historia de este trabajador municipal comenzó el 12 de abril de 1988. Arturo Pérez ingresó a la plantilla como empleado del Corralón Municipal y en estos casi 29 años de vínculo con la comuna ha sido recolector de residuos, barrendero, compactador y placero.
 
Ahora es el encargado de la Plaza Madariaga y cada mañana llega para realizar su trabajo de mantenimiento frente al Palacio Municipal. Sabe que ese sitio es visto y transitado por centenares de personas que concurren a las oficinas gubernamentales, el correo, la Escuela Tuyú o la terminal.
 
Atrás quedaron los tiempos en donde le llevaba tres mañana pasar la máquina de cortar pasto por cada uno de los “paños” –como se le dice en la jerga- y ahora sólo aguarda que cada 10 días una cuadrilla venga y realice esa tarea en media mañana con motoguadañas y un pequeño tractor.
 
La rudeza de esa tarea se vio simplificada, pero igualmente debe continuar con el barrido y el mantenimiento de los bordes.
 
Pérez comienza su jornada con la limpieza de los cestos de basura. Sabe que la zona comercial afecta en parte su trabajo porque mucho papelerío termina en la vereda o el pasto. Luego barre las áreas sucias y por último debe emprolijar las plantas. “Acá uno nunca se aburre. Todos los días hay algo para hacer. Antes era más complejo porque estaba lleno de rosales”, indica.
 
El otoño y el invierno son los meses más difíciles. Las hojas de las plantas ubicadas sobre las calles Yrigoyen, Belgrano y Mitre complican su tarea pero, como dice este trabajador: “son los meses que hay que pasar”.
 
La pelota, esa gran enemiga
 
Jugar a la pelota en la plaza es algo que distingue a Madariaga. Muchos turistas se llevan esa imagen en sus retinas como algo que añoran en las grandes ciudades.
 
Sin embargo, para Pérez, el jugar a la pelota en eso “paños” de pasto que debe mantener es lo que le molesta. “Deben ir a jugar a otro lugar”, dice mientras viene a su memoria el Polideportivo, el Parque Anchorena o el Predio de la Estación. Él sabe y entiende que la Plaza Madariaga debe lucir impoluta porque allí se realizan actos protocolares y es la estampa que ven los políticos que llegan a la ciudad.



 
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