Hugo Fleming: “había sectores que lo rechazaban y un poco lo impusimos”

El denominado “cantor del pueblo” fue resistido en sus comienzos por la clase social en la cual provenía y eso le trajo problemas en su primera presentación en la Fiesta del Gaucho. Había clases que no lo aceptaban pero los barrios adoraban a Rodolfo Giménez por la calidad de cantor y sus letras.
 
El director del diario Tribuna, Hugo Fleming, habló con División Prensa y contó cómo fueron aquellos años en donde Argentino Luna empezó a girar por la Argentina pero aún era resistido localmente. En su letra “que bien le ha ido” existe la cruda narración de ese dolor que le tocó sentir al principio de su carrera y como la situación se fue revirtiendo con el paso del tiempo.
 
“Siempre Tribuna fue su impulsor y en aquella época lo defendíamos porque lo rechazaban; salvo en los barrios”, cuenta Fleming mientras explica que se debió hacer un trabajo periodístico y de imagen en donde se le sacó el “tinte de muchacho de barrio” para poder lograr su aceptación. Esa tarea tuvo como máximo artífice al por entonces propietario del periódico Raúl Zalguizuri quién se había hecho muy amigo del artista.
 
Ambos comenzaron a tratarse antes de la partida a Buenos Aires de quién se transformaría en la estrella de la musical folclórica. La recomendación del periodista local fue la de leer mucho, casi con fanatismo, para poder contar una misma cosa de distinta manera. Ante cada regreso de Luna al Pago Gaucho ambos se reunían y hablaban durante horas sobre experiencias, poesía  y cultura general.
 
Esos encuentros se desarrollaban en la imprenta y, por eso, hay cuadros en las paredes que retratan esos momentos. Además, la publicación asidua de las giras llevaban a los lectores a ir aceptando que un ciudadano local se iba convirtiendo en estrella nacional.
 
La llegada de Argentino al escenario de la Fiesta del Gaucho por primera vez presentó problemas. Lo cuestionaron y por eso estuvo algunos años sin regresar a la festividad local. Sin embargo, el regreso fue descollante y lo tuvo casi como un abonado más en cada una de las ediciones.
 
“Definitivamente era el cantor del pueblo”, repite Fleming al tiempo que recuerda los tiempos de juventud de Giménez cuando integró el grupo “La Huella” en donde cantaba y bailaba en el Club Deportivo El León.
 
No son simples canciones
 
En la charla, el periodista repite que las letras “no son simples canciones”. Recuerda algunas de ellas y remarca que son historias y vivencias; sobre todo de la vida familiar, de su niñez, sus viajes o sensaciones. “Su mensaje era capaz de dejar en silencio a 40.000 personas en Cosquín, eso era increíble”, recuerda.